Médico, inventora, activista por los derechos de la mujer y firme defensora del sufragio femenino, Aletta Jscobs nació en Groninga, en los Países Bajos, tal día como hoy, un 9 de febrero de 1854. Fue la primera mujer en asistir a una universidad neerlandesa, y por ende la primera mujer médico en su país. Sus logros mejorarían las vidas de muchas de su compatriotas y allanarían el camino a muchísimas más.

 

Hija de un médico rural y octava de doce hermanos, cuentan que la pequeña Aletta acompañaba a su padre en sus visitas, y que esa capacidad de poder aliviar el sufrimiento fu la que despertó su vocación de ser médico. Algo muy meritorio en un país y un momento en el que las niñas ni siquiera podrían cursar la enseñanza secundaria. Sería su padre quien, tras instruirla como a sus hermanos en matemáticas, historia, latín y griego solicitaría una `plaza de oyente para su hija, de tal manera que pudiera esatr preparada académicamente por si algún día se producía el milagro de poder acceder a la Universidad. En 1870 acabó sus estudios de auxiliar de farmacia y fue entonces cuando se decidió a solicitar al Primer Ministro, el liberal Thorbecke, permiso para poder acceder a la universidad.

El doodle que dedica Google hoy 9 de febrero a Aletta Jacobs

El doodle que dedica Google hoy 9 de febrero a Aletta Jacobs

Y le fue concedido. Aletta asistió a la universidad de Groninga, graduándose en 1879 y convirtiéndose en la primera mujer médico de su país. Tras ese primer logro, se trasladó a Londres, donde entró en contacto con activistas por el control de la natalidad,  que abogaban el sufragio universal. En la capital británica fue donde recibió el influjo de nuevas ideas, entre las cuales destaca el uso de anticoncepivos específicos para mujeres, con el fin de evitar embarazos no deseados. En Amsterdam abriría su propia clínica, un establecimiento que durante 14 años, varios días a la semana, abría sus puertas gratuitamente a prostitutas e indigentes, donde orientaba sobre métodos anticonceptivos e higiene sexual y pediátrica.Fue la primera clínica de planificación familiar. Obsesionada por el revolucionario avance que supondría para la mujer controlar su propia natalidad, trabajó intensamente para mejorar y perfeccionar el diafragma que años antes había sido diseñado por uno de sus profesores, el ginecólogo neerlandés Wilhelm Peter Johannes Mensinga.

Aletta Jacobs estuvo implicada en todos los movimientos por los derechos de la mujer en su época

Aletta Jacobs estuvo implicada en todos los movimientos por los derechos de la mujer en su época

En 1899, tras una visionaria reunión del Consejo Internacional de Mujeres en Londres, Aletta Jacobs optó por dejar la medicina en un segundo plano y centrar sus fuerzas en el sufragio femenino. Ella sería la impulsora del Congreso Internacional de Mujeres en La Haya en 1915, poco tiempo después de dar comienzo la Primera Guerra Mundial. Desde ese momento destinó todo su tiempo y esfuerzo a la lucha por los derechos de las mujeres y el sufragio femenino, participando en numerosas conferencias por todo el mundo y colaborando con la sufragista norteamericana Carrie Chapman Catt.

Su muerte se produjo en la ciudad de Baarn en los Países Bajos el 10 de agosto de 1929. Tenía 75 años, y las mujeres ya podían estudiar en su país. Muchas más se beneficiarían de su investigación y consejos sobre anticonceptivos. Sin saberlo, acababa de convertirse en un referente histórico