Dotada de una inteligencia y diplomacia excepcionales, bella, defensora de los derechos de la mujer, la Reina de Saba realizó un juramento de perpetua virginidad, que se verá alterado en el episodio más famoso de su vida.
La historia y la arqueología han demostrado la existencia de Makeda, una reina que gobernó desde las profundidades del desierto a una civilización rica y floreciente, que se extendía desde el sur de Arabia hasta el “cuerno de África”, Esta, tenía un importante comercio de productos exóticos y adoraba a los dioses del sol, la luna y las estrellas y que posteriormente adoptó el monoteísmo en la figura de Yahvé después de su viaje a Jerusalén.
Gina Lollobrigida interpretando a la Reina de Saba en la película «Salomón y Saba».
Este episodio de su vida, su visita a Jerusalén será el más representado tanto en el arte como en diferentes películas cinematográficas, pues dicen, que quedó enamorada de la inteligencia del Rey Salomón y que este se quedo también totalmente prendado de ella. Era un pulso entre la razón y la tentación.
Según las leyendas y los escritos, el Rey mandó un ultimátum a la Reina, pues quería incorporar sus tierras en el reino de Salomón. Ésta, mofándose de su proposición, le contestó mandándole un regalo, el famoso Arca de la Alianza. Salomón se irritó y contestó a la reina que todo eso no tenía valor, pues para él, lo auténtico residía en la inteligencia. Estas palabras encandilaron a la Reina que realizó un viaje de 1000 km por el peligroso desierto para realizar un trato en persona, y claro está intrigada por saber más sobre el Rey (se contaba que podía hablar con los animales e incluso con los espíritus).
«La visita de la reina de Saba al Rey Salomón», Edward Poynter (1836-1939).
Salomón, que quería lo que no podía tener, y ya tenía 700 mujeres y 300 concubinas, se enamoró de la inteligencia de la Reina y de su gran belleza. Ahora, es cuando las diferentes versiones cinematográficas intervienen para dar rienda al cortejo del Rey. En la versión más extendida, el Rey promete respetar a la Reina de Saba si no tocaba nada de su palacio, esta se ofende, pero piensa que será fácil cumplirlo, pues ella no era ninguna ladrona. Cuando cae la noche, acostada en el Palacio de Salomón extenderá la mano para beber un poco de agua, y el rey contestará que no debía tocar ni la jarra ni el vaso, pues si ella no había respetado el trato, él tampoco.
Así, tras ganar la tentación ante la razón, quedará embarazada de su único hijo, Menelik, y sin decirle nada a Salomón volverá a su reino. Veinte años después, su hijo volverá para conocer a su padre. Tras rechazar heredar el trono, Menelik abandonará las tierras de su padre, pero no con las manos vacías, sino con la reliquia más valiosa, el Arca de la Alianza, trasladándola a Aksum, donde todavía se encuentra hoy.
Sin duda, el personaje de la bella Reina de Saba, rodeado de leyendas, ha superado la historia y ha logrado convertirse en un mito. Visita con FOW Etiopía el país que gobernó la primera Reina del Mundo. Pide el programa detallado aquí.
